La artrosis, también conocida como osteoartritis, es una de las enfermedades degenerativas más comunes en perros, especialmente en aquellos de mayor edad o en razas predispuestas. Se trata de una condición dolorosa que afecta las articulaciones, provocando un deterioro progresivo del cartílago que cubre los huesos. Como dueño responsable y amante de tu mascota, es fundamental que conozcas los síntomas, tratamientos y cuidados necesarios para mejorar la calidad de vida de tu perro si llega a padecer esta enfermedad.
Qué es la artrosis en perros
La artrosis es una enfermedad crónica que afecta a las articulaciones. Ocurre cuando el cartílago, que es el tejido que permite que los huesos se deslicen suavemente entre sí, comienza a desgastarse.
A medida que el cartílago se deteriora, las articulaciones se inflaman y el perro comienza a experimentar dolor y rigidez.
Es más frecuente en perros mayores, aunque también puede desarrollarse en perros jóvenes debido a factores como lesiones, sobrepeso o predisposición genética.
Causas de la artrosis en perros
Existen varias causas que pueden llevar a la aparición de artrosis en los perros.
Entre ellas se destacan:
Edad avanzada: El envejecimiento es una de las principales causas de la artrosis en perros. A medida que los perros envejecen, el cartílago de las articulaciones se vuelve menos flexible y más susceptible al desgaste.
Perros de más de 7 años de edad, particularmente los de razas grandes, son más propensos a desarrollar esta enfermedad.
Lesiones o traumatismos: Fracturas, esguinces y dislocaciones en las articulaciones pueden dañar el cartílago articular, lo que a largo plazo podría llevar al desarrollo de artrosis.
Los perros que practican deportes caninos o aquellos muy activos pueden estar en mayor riesgo de lesiones que desencadenen este problema.
Problemas congénitos: Algunas razas tienen predisposición genética a padecer problemas articulares.
Condiciones como la displasia de cadera o de codo son factores que aumentan significativamente las probabilidades de que un perro desarrolle artrosis con el tiempo.
Sobrepeso: El exceso de peso ejerce una presión adicional en las articulaciones, especialmente en las caderas, las rodillas y los codos.
Este estrés adicional acelera el desgaste del cartílago, provocando un deterioro más rápido y el desarrollo de la artrosis.
Síntomas de la artrosis en perros
Detectar la artrosis en tu perro puede ser complicado al principio, ya que los síntomas tienden a desarrollarse lentamente.
Sin embargo, estar atento a ciertos signos te permitirá identificar la enfermedad de manera temprana y brindar el tratamiento adecuado.
Aquí se mencionan algunos de los síntomas más comunes:
Rigidez y dificultad para moverse: Uno de los primeros signos de la artrosis es la rigidez, especialmente después de largos periodos de descanso o cuando el perro intenta levantarse.
También es común notar que tu perro tiene dificultad para subir escaleras, saltar o incluso caminar largas distancias.
Cojeo: La cojera es un síntoma evidente de que algo no está bien en las articulaciones de tu perro. Puedes notar que cojea más después de hacer ejercicio o tras jugar intensamente.
Cambios en el comportamiento: Los perros con artrosis pueden volverse más irritables o menos sociables debido al dolor constante. También podrían evitar ser acariciados o mostrarse reacios a realizar actividades que antes disfrutaban, como correr o jugar.
Pérdida de masa muscular: La artrosis puede llevar a una disminución de la actividad física, lo que, a su vez, provoca una pérdida de masa muscular. Esto ocurre principalmente en las patas traseras debido a la inactividad prolongada.
Lamer o morder las articulaciones: Algunos perros con artrosis tienden a lamerse o morder las áreas afectadas como una forma de lidiar con el dolor.
Si observas que tu perro se enfoca mucho en una articulación específica, podría ser un indicador de molestia.
Diagnóstico
Si sospechas que tu perro tiene artrosis, es importante acudir al veterinario para un diagnóstico adecuado.
El veterinario realizará un examen físico y posiblemente tomará radiografías para evaluar el estado de las articulaciones.
En algunos casos, también puede recomendar otros estudios como resonancias magnéticas o ecografías para obtener una imagen más detallada del daño en el cartílago.
Tratamiento de la artrosis en perros
Si bien la artrosis no tiene cura, existen varios tratamientos que pueden mejorar significativamente la calidad de vida de tu perro.
El objetivo principal del tratamiento es reducir el dolor, controlar la inflamación y mejorar la movilidad.
Medicamentos antiinflamatorios y analgésicos: Los veterinarios suelen recetar antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) para reducir la inflamación y aliviar el dolor.
Es crucial que estos medicamentos se administren bajo la supervisión veterinaria, ya que su uso prolongado puede tener efectos secundarios.
Suplementos para las articulaciones: Los suplementos como la glucosamina y la condroitina son muy comunes en el tratamiento de la artrosis canina.
Estos compuestos ayudan a regenerar el cartílago y a mantener las articulaciones saludables.
Fisioterapia y ejercicio moderado: La fisioterapia es una herramienta útil para mejorar la movilidad y fortalecer los músculos alrededor de las articulaciones afectadas.
Además, mantener a tu perro activo con ejercicios suaves, como caminar despacio o nadar, puede ayudar a evitar la rigidez y mantener el peso bajo control.
Control del peso: Es vital que mantengas a tu perro en un peso adecuado para minimizar el estrés en sus articulaciones.
Un plan de dieta supervisado por el veterinario y ejercicio regular son esenciales en el manejo de la artrosis.
Terapias avanzadas: En casos graves, algunas clínicas veterinarias ofrecen tratamientos avanzados como la terapia con láser, la acupuntura o la administración de células madre.
Estas terapias pueden ser beneficiosas para reducir el dolor y la inflamación en perros que no responden bien a los tratamientos convencionales.
Cuidados en casa para un perro con artrosis
Como dueño, puedes tomar medidas adicionales para asegurar que tu perro viva de manera cómoda y feliz a pesar de la artrosis.
Proporcionar a tu perro una cama ortopédica de calidad ayudará a aliviar la presión sobre sus articulaciones mientras duerme, lo que puede reducir la rigidez por la mañana.
Colocar rampas en las áreas donde tu perro necesite subir o bajar, como en el sofá o en el coche, evitará que tenga que saltar. También es recomendable colocar alfombras antideslizantes en áreas donde pueda resbalar.
Los masajes suaves y la aplicación de calor en las articulaciones afectadas pueden proporcionar alivio temporal del dolor.
Consulta con tu veterinario la mejor forma de realizar estos cuidados en casa.
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