Para los dueños primerizos, lo ideal es empezar con una raza fácil de adiestrar y que requiera poco mantenimiento. Los
Galgos, poco enérgicos, son uno de los perros más fáciles de cuidar, mientras que los
Golden Retriever y los
Labradores son amables, divertidos y fáciles de adiestrar. Para los que buscan una raza más pequeña, los
Border Terrier son despiertos y juguetones, y el
Bichon Frise es una raza bondadosa, ideal para los dueños que disfrutan cepillando al perro.