Si tu perro tiene caspa, es probable que notes escamas de células muertas en su pelo o piel, sobre todo en la espalda. La caspa puede originarse por sequedad en la piel, alergias a la comida, alergias estacionales, desequilibrios hormonales o falta de nutrientes. Para saber qué tratamiento es el adecuado, puede ser recomendable que consultes al veterinario.
Igual que los humanos, los perros pueden experimentar problemas con la caspa. No obstante, a diferencia de nosotros, tu mascota no puede simplemente dirigirse a la tienda y adquirir champú anticaspa en cuanto nota las escamas blancas. Si notas señales de caspa en tu perro, resulta crucial determinar la causa precisa de su piel con descamación.
En esta entrada de blog, exploraremos las posibles causas de la caspa en los perros, brindaremos consejos sobre cómo lidiar con este problema en tus mascotas, indicaremos cuándo es recomendable consultar a un veterinario y más. Continúa leyendo o utiliza los enlaces que se encuentran a continuación para saltar directamente a la sección de tu preferencia. Así podrás descubrir cómo librarte de esas molestas escamas blancas en tu perro de una vez por todas.
¿Qué es la caspa? 🤔
La caspa es una condición caracterizada por la presencia de escamas compuestas por células muertas de la piel. Por lo general, la caspa va acompañada de picazón e irritación en la piel. En el caso de los perros, la caspa puede provocar un rascado constante, lo que eventualmente puede llevar a la pérdida de pelaje.
Debido a que los síntomas de la caspa en los perros pueden asemejarse a los de otros problemas cutáneos, resulta fundamental estar atento a señales de otras posibles enfermedades médicas para brindar el tratamiento más adecuado a tu cachorro.
Seborrea
El término médico para la caspa es seborrea, y es probable que tu veterinario lo utilice así si buscas atención médica. Aunque a menudo se emplean de manera intercambiable, seborrea es en realidad solo una de las causas de la caspa. En los perros, la seborrea es un trastorno cutáneo originado por un problema en el proceso de queratinización de la capa exterior de la piel, los folículos pilosos o las uñas del perro. La queratinización implica la constante renovación de las células de la piel que componen la capa protectora externa.
La seborrea conlleva un incremento en la producción de escamas, un exceso de grasa tanto en la piel como en el pelaje, y a menudo trae consigo inflamación e infecciones secundarias.
La seborrea puede manifestarse como primaria o secundaria. La seborrea primaria es de origen hereditario y se observa con mayor frecuencia en razas como el Cocker Spaniel Americano, el Springer Spaniel Inglés, el Basset Hound, el West Highland White Terrier, el Dachshund, el Labrador, el Golden Retriever y el Pastor Alemán. En la seborrea primaria, los factores genéticos suelen estar involucrados; puede comenzar entre los 18 y 24 meses de edad y progresar a lo largo de la vida del perro.
Por otro lado, la seborrea secundaria es un síntoma de una enfermedad subyacente que resulta en la excesiva descamación, formación de costras o aumento de la oleosidad. La seborrea secundaria generalmente se presenta junto con inflamación con presencia de pus, infecciones y pérdida de pelo.
Causas 👩⚕️
Entonces, ¿qué origina la caspa en los perros? Desde alergias hasta infecciones por hongos, diversos factores pueden desencadenar la caspa en los caninos. A continuación, exploraremos las causas más comunes:
Seborrea
La seborrea representa una causa habitual de caspa en perros. Es una condición médica que provoca un exceso en la producción de sebo por parte de las glándulas sebáceas de la piel, lo cual resulta en piel escamosa, reseca y enrojecida. La seborrea puede ser primaria o secundaria. La variante primaria no es tan frecuente y suele tener un origen genético. Por otro lado, la seborrea secundaria es más común y suele surgir debido a una afección cutánea subyacente o a alergias.
Además de la piel seca y con escamas, la mayoría de los perros con seborrea también presentarán piel grasosa. Esta condición suele afectar la espalda, el rostro y los costados de los perros.
Generalmente, la seborrea puede ser tratada con champús medicados. Los productos queratolíticos pueden ayudar a eliminar el exceso de células muertas en la piel, mientras que los productos queratoplásticos pueden reducir la formación de escamas. Ambos pueden ser efectivos para abordar la seborrea y reducir la caspa en tu perro.
Alergias
Las alergias, ya sean ambientales o alimentarias, pueden ser causantes de la caspa en perros. Esta situación se conoce como dermatitis alérgica, y en los caninos, las alergias a menudo se manifiestan en problemas cutáneos.
Los perros alérgicos tienden a tener piel reseca y con escamas, infecciones crónicas en la piel y los oídos, y pueden lamerse constantemente las patas. Para identificar a qué es alérgico tu perro, tu veterinario podría recomendar un control riguroso de las pulgas, una dieta hipoalergénica especial o realizar pruebas para detectar alergias ambientales.
Infecciones bacterianas
Ciertas infecciones bacterianas, como la foliculitis y el impétigo, también pueden ocasionar caspa en los perros. La foliculitis es una infección que resulta en llagas, protuberancias y costras en la piel. Suelen presentarse junto con otros problemas cutáneos, como sarna o alergias. La foliculitis puede tratarse con antibióticos orales y ungüentos antibacterianos.
El impétigo es otra infección más común en cachorros. Esta afección causa ampollas llenas de pus que normalmente aparecen en la parte sin pelo del abdomen de un perro. Por lo general, el impétigo no es grave y puede tratarse fácilmente con un ungüento tópico.
Infecciones por hongos
Las infecciones por hongos en los perros suelen localizarse en los dedos de las patas o en las orejas. Un perro con candidiasis se rascará, lamerá y morderá sus patas constantemente, por lo que si notas este comportamiento en tu perro, es aconsejable llevarlo al veterinario.
Infecciones parasitarias
Las infecciones parasitarias también pueden generar caspa en los perros. Las pulgas constituyen la infección parasitaria más común, seguidas por la sarna, la cual es provocada por ácaros.
Existen dos tipos de infecciones por sarna: sarna sarcóptica y sarna demodécica. La sarna sarcóptica puede transmitirse fácilmente entre perros e incluso a humanos, aunque los parásitos no sobreviven en los humanos. Esto ocasiona picazón, enrojecimiento de la piel, lesiones y pérdida de pelo, y suele afectar las orejas, el rostro y las patas de los perros.
La sarna demodécica no es transmisible entre perros ni humanos. Puede llevar a la formación de áreas sin pelo, costras o lesiones en cachorros. El tratamiento depende del tipo de sarna que presente el perro, pero generalmente puede abordarse con ungüentos tópicos o con prevenciones orales prescritas contra pulgas y garrapatas.
Trastornos endocrinos
Los trastornos endocrinos, como la enfermedad de Cushing y el hipotiroidismo, también pueden ser causas de caspa en los perros. En la enfermedad de Cushing, el perro produce un exceso de cortisol en su cuerpo. El cortisol es una hormona esteroide que regula la respuesta al estrés, el peso corporal, la lucha contra infecciones y la regulación de los niveles de glucosa en sangre. Un exceso de cortisol puede generar diversos síntomas clínicos, entre ellos, caspa.
El hipotiroidismo en perros surge por una inflamación o atrofia de la glándula tiroides. En ambos casos, un sistema inmunológico debilitado puede hacer que el perro sea más propenso a infecciones secundarias, las cuales pueden desencadenar caspa.
Cuándo consultar a un veterinario 🩺
En muchas situaciones, la caspa en los perros no requiere una preocupación excesiva. Las condiciones climáticas frías y el estrés también pueden contribuir a la caspa, y por lo general, esta desaparece con el tiempo de manera natural. Sin embargo, existen escenarios en los que la caspa en los perros merece mayor atención. Deberías considerar llevar a tu perro al veterinario si observas alguno de los siguientes síntomas:
Una cantidad súbitamente excesiva de escamas.
Picazón en la piel que parece provocar incomodidad o dolor.
Piel muy enrojecida debajo de las escamas.
Presencia de un olor asociado con la caspa.
Cualquiera de estos signos podría sugerir que algo más serio está afectando a tu perro. Si notas cualquiera de estos síntomas, es fundamental que lleves a tu perro al veterinario sin demora.
Diagnóstico 🔍
Existen varias medidas que tu veterinario deberá adoptar para diagnosticar de manera precisa la caspa en tu perro. Esto incluirá revisar el historial médico del animal y llevar a cabo un examen físico. Dependiendo de la severidad de la caspa, también podrían ser necesarias pruebas de laboratorio.
El veterinario llevará a cabo un examen físico exhaustivo del perro, evaluando tanto los sistemas internos como la piel. Para tratar adecuadamente la caspa en tu mascota, el veterinario necesitará identificar la causa subyacente. El examen de la piel permitirá documentar el tipo de escamas presentes en el perro y determinar si hay pérdida de pelo, olor, escamas o exceso de grasa en la piel y el pelaje.
Si tu perro presenta forúnculos, protuberancias u otras lesiones en la piel, es probable que indiquen una infección bacteriana. Si la piel presenta oscurecimiento, podría ser resultado de una irritación crónica, mientras que un engrosamiento cutáneo podría reflejar picazón persistente. El veterinario también estará alerta ante posibles infecciones por levaduras que pudieran estar contribuyendo a la caspa.
Además, el veterinario podría optar por realizar diversas pruebas, como análisis hormonales, cultivos de piel, raspados cutáneos o biopsias de piel. Estos procedimientos ayudarán a obtener una comprensión más precisa de lo que está originando la caspa en tu perro. Las pruebas hormonales buscan desequilibrios hormonales, los cultivos de piel detectan infecciones bacterianas y fúngicas, los raspados cutáneos identifican parásitos, mientras que una biopsia de piel examina la presencia de células inflamatorias, bacterias, levaduras u hongos.
Tratamiento 💊
Si tu perro padece de caspa, no es motivo de pánico. Afortunadamente, existen diversas formas de abordar la caspa en los perros. En última instancia, el enfoque de tratamiento más adecuado para tu cachorro dependerá de la causa subyacente. Por ejemplo, si la caspa es resultado de una infección, el veterinario recetará un tratamiento específico para dicha infección, lo cual a su vez contribuirá a resolver la caspa.
Evitar los alérgenos
Si el veterinario sospecha que las alergias son el origen de la caspa en tu perro, la mejor manera de abordar esta situación es evitar los alérgenos. Esto podría involucrar cambios en la dieta si el perro presenta alergias alimentarias. En caso de alergias ambientales, será necesario llevar a cabo una limpieza frecuente para eliminar el polvo, lavar las camas de las mascotas regularmente y bañar al perro de manera semanal.
Higiene y aseo constantes
El mantenimiento higiénico inconsistente a menudo puede ocasionar caspa en los perros. Bañar y asear a tu perro de manera constante es esencial para mantenerlo limpio y reducir el riesgo de infecciones. Ya sea que lleves a tu perro a un peluquero canino o lo asees en casa, es crucial utilizar un champú no irritante. No debes usar tu propio champú anticaspa en tu perro. Existen diversas marcas que ofrecen champús específicamente formulados para perros y destinados a tratar la caspa.
Es recomendable lavar al perro con movimientos largos de barrido en su pelaje. Esto no solo eliminará la suciedad y los desechos, sino que también estimulará las glándulas sebáceas en la capa exterior de la piel. Peinar su pelaje liberará los aceites naturales que le brindan brillo y ayudarán a reducir la caspa.
Es aconsejable emplear tanto un cepillo como un peine en el pelaje. Lo ideal es peinar el pelaje del perro después de cepillarlo, ya que esto ayudará a eliminar las células muertas y las escamas de la piel. Inicia con un cepillo de cerdas gruesas y culmina con un cepillo más suave y una toalla.
En función de la causa de la caspa en tu cachorro, el veterinario podría recomendar el uso de ungüentos para aliviar la picazón. Los productos para aliviar la picazón en perros proporcionarán un alivio inmediato ante la comezón que tu perro pueda estar experimentando.
Reducir el estrés
El estrés con frecuencia puede desencadenar caspa en los perros. Diversos factores pueden generar estrés en un perro, incluso si no es evidente. Cambios en el hogar o la introducción de un nuevo animal pueden provocar estrés en tu perro y, como resultado, dar lugar a la caspa.
Si notas que tu perro exhibe comportamientos como inquietud, llanto o temblores, además de la caspa, es probable que esté experimentando estrés. Abordar el estrés en los perros implica eliminar o reducir las fuentes de estrés reales. Además, asegúrate de proporcionar suficiente ejercicio, ya que esto puede ayudar a liberar tensiones. En algunos casos, podría ser necesario recurrir a medicamentos para aliviar parte de su estrés.
Utilizar un humidificador
Otra manera de tratar la caspa en tu perro es mediante el uso de un humidificador. La temperatura y la humedad pueden agravar la caspa. Durante el invierno, la caspa suele ser más común debido a la falta de humedad en el aire, lo que resulta en una menor hidratación del pelaje, el pelo y la piel del perro.
Por lo tanto, si notas que la caspa de tu perro empeora durante el clima frío, considera adquirir un humidificador. Esto añadirá humedad al aire, lo que ayudará a combatir esas molestas escamas blancas en el pelaje del perro.
Incluir ácidos grasos en la dieta de tu cachorro
La carencia de ácidos grasos omega en la dieta del perro también podría ser un factor contribuyente a la caspa. Si esto aplica a tu cachorro, puedes intentar incorporar más ácidos grasos a su alimentación. Esto puede lograrse mediante suplementos en forma de pastillas o añadiendo aceite a su comida. En general, es crucial brindarle a tu perro una dieta equilibrada y saludable para mantener su bienestar general.