Desparasitante para Gatos: Qué Debes Tener en Cuenta

Desparasitante para Gatos: Qué Debes Tener en Cuenta

Por Ana Fernandez
11 diciembre, 2025
4 min de lectura

¿Qué son los parásitos y cuál es la función del desparasitante para gatos?

Los parásitos en gatos son organismos que viven y se alimentan a expensas del felino, afectando su salud de diferentes maneras.

Pueden clasificarse en internos, como las lombrices intestinales (Toxocara cati, Ancylostoma, Dipylidium caninum), que se alojan en el sistema digestivo o en otros órganos, y externos, como las pulgas, garrapatas y ácaros, que habitan sobre la piel o el pelaje.

Estos parásitos no solo causan molestias como picazón, irritación o pérdida de peso, sino que también pueden transmitir enfermedades graves tanto a otros animales como a las personas, una condición conocida como zoonosis.

Aquí es donde entra en acción el desparasitante para gatos, un producto diseñado para eliminar y prevenir infestaciones parasitarias.

Su función es destruir los parásitos presentes en el organismo del gato o repelerlos antes de que puedan establecerse.

Dependiendo de su formulación, puede actuar de forma interna (contra lombrices y tenias) o externa (contra pulgas, garrapatas y otros ectoparásitos).

Usar un desparasitante adecuado y con la frecuencia recomendada no solo protege la salud del felino, sino que también reduce el riesgo de contagio a las personas y mantiene un entorno doméstico más higiénico y seguro.

Puedes obtener más información leyendo Cómo Desparasitar Gatos: La Guía Completa en el blog de Cacttus.

Por qué es importante desparasitar a tu gato

Desparasitar a un gato es una de las medidas preventivas más importantes para mantener su salud y bienestar general.

Los parásitos, ya sean internos o externos, pueden causar desde simples incomodidades hasta afecciones serias que ponen en riesgo la salud y el bienestar de tu gato.

Cuando un gato se infesta con lombrices intestinales, por ejemplo, puede sufrir pérdida de peso, vómitos, diarreas o anemia, debido a que estos organismos se alimentan de los nutrientes que el animal necesita.

En casos más severos, las infecciones parasitarias pueden causar obstrucciones intestinales o daños en órganos vitales.

En el caso de los parásitos externos, como pulgas, garrapatas o ácaros, los riesgos no se limitan a la picazón o irritación de la piel.

Estos pequeños invasores también pueden transmitir bacterias, virus o protozoos que generan enfermedades tanto en gatos como en humanos.

En el caso de las pulgas, estas actúan como vectores de la tenia Dipylidium caninum, por lo que si no se controla su presencia, los gatos pueden reinfestarse constantemente.

Otro aspecto fundamental es la prevención de zoonosis, enfermedades que pueden transmitirse de los animales a las personas.

El parásito intestinal Toxocara cati, por ejemplo, puede afectar a niños o adultos con sistemas inmunológicos comprometidos, provocando lesiones oculares o daños en órganos internos.

Por eso, mantener a los gatos correctamente desparasitados no solo protege al animal, sino que también resguarda la salud de toda la familia.

En Chile, entidades como el Instituto de Salud Pública (ISP) y colegios veterinarios destacan la desparasitación periódica como parte esencial de la tenencia responsable.

En definitiva, desparasitar a tu gato es una forma simple, segura y eficaz de prevenir enfermedades, mejorar su calidad de vida y promover un entorno doméstico más saludable.

Tipos de desparasitantes para gatos

Existen diferentes tipos de desparasitantes para gatos, y elegir el más adecuado depende del tipo de parásitos que se desea eliminar o prevenir, así como de las características del propio felino (edad, peso, estilo de vida y estado de salud).

En términos generales, se dividen en desparasitantes internos y desparasitantes externos, aunque actualmente también existen productos de amplio espectro que combinan ambos efectos para ofrecer una protección más completa.

Desparasitantes internos

Los desparasitantes internos están diseñados para eliminar los parásitos que viven dentro del cuerpo del gato, principalmente en el tracto intestinal, aunque algunos también actúan en otros órganos.

Vienen en distintas presentaciones como tabletas, jarabes o pipetas de administración oral, y sus principios activos, como el praziquantel, el pirantel o la milbemicina oxima, atacan lombrices redondas (nematodos) y planas (tenias).

Estos productos suelen aplicarse de forma periódica, según la edad y el riesgo de exposición del animal, para evitar que los parásitos se reproduzcan o vuelvan a infestar.

Desparasitantes externos

Por otro lado, los desparasitantes externos se enfocan en eliminar y prevenir pulgas, garrapatas, ácaros y piojos, parásitos que se alojan sobre la piel o el pelaje del gato.

Las presentaciones más comunes son las pipetas o spot-on, los collares antipulgas, los sprays y, en algunos casos, tabletas orales de acción sistémica.

Estos productos actúan directamente sobre el cuerpo del gato o a través del torrente sanguíneo, dependiendo del principio activo, impidiendo que los parásitos se alimenten o se reproduzcan.

Desparasitantes combinados

Finalmente, existen los desparasitantes combinados, también llamados de amplio espectro, que protegen tanto contra parásitos internos como externos en una sola aplicación.

Son especialmente útiles para gatos que tienen acceso al exterior o que conviven con otros animales, ya que simplifican la rutina de prevención.

No obstante, siempre se recomienda consultar con un veterinario antes de elegir cualquier producto, ya que el tipo de desparasitante, la dosis y la frecuencia deben adaptarse a las necesidades específicas de cada animal.

Cada cuánto se debe aplicar un desparasitante para gatos

El tiempo varía según su edad, la forma en que vive y el grado de contacto que tenga con posibles fuentes de parásitos.

No existe una regla única para todos los felinos, ya que un gato que vive exclusivamente dentro del hogar no enfrenta los mismos riesgos que uno con acceso al exterior o que convive con otros animales.

Según las guías de la ESCCAP (European Scientific Counsel Companion Animal Parasites), los gatos con alto riesgo, es decir, aquellos que salen al exterior, cazan, conviven con niños o personas inmunosuprimidas, o viven en zonas donde las pulgas son frecuentes, deben recibir desparasitación interna al menos cuatro veces al año o incluso de forma mensual, dependiendo de las circunstancias.

En cambio, los gatos de interior, sin contacto con otros animales y con un entorno controlado, pueden desparasitarse cada seis meses, siempre bajo la orientación de un veterinario.

Es importante recordar que los parásitos externos como las pulgas o garrapatas requieren un control continuo durante todo el año, especialmente en climas templados como el de Chile, donde su presencia no se limita a una sola estación.

Por ello, muchos veterinarios recomiendan aplicar productos antiparasitarios externos cada mes, incluso en gatos de interior, para evitar infestaciones accidentales.

Además, realizar exámenes fecales periódicos ayuda a detectar posibles infecciones antes de que se desarrollen síntomas.

En resumen, la clave está en adaptar el plan de desparasitación a las características individuales del gato y mantener una rutina constante que combine prevención interna y externa para asegurar su salud y bienestar a largo plazo.

También puedes encontrar información sobre Cada Cuánto se Desparasita un Gato en el blog de Cacttus.

Errores frecuentes con el desparasitante (y cómo evitarlos)

Pensar que los felinos que viven exclusivamente dentro del hogar no necesitan la protección de un desparasitante, es un error.

Aunque no salgan al exterior, los gatos pueden infestarse, ya que los huevos de parásitos y las pulgas pueden ingresar a la casa a través de la ropa, los zapatos o incluso de otras mascotas.

Igualmente, no tratar de manera simultánea las pulgas y los parásitos intestinales es un error, especialmente cuando se presenta la tenia Dipylidium caninum, que se transmite a través de las pulgas; si no se controla este ectoparásito, la infestación puede reaparecer.

También es común aplicar dosis incorrectas, ya sea por estimar el peso del gato “a ojo” o por no ajustar la dosis cuando el animal crece o cambia de condición corporal, lo que puede reducir la eficacia o causar efectos adversos.

Además, muchas personas olvidan repetir el tratamiento en los intervalos recomendados, interrumpiendo el ciclo de prevención y permitiendo que los parásitos vuelvan a multiplicarse.

Otro error potencialmente peligroso es usar productos diseñados para perros en gatos, ya que algunos componentes, como la permetrina, son altamente tóxicos para los felinos.

Finalmente, la medicación sin orientación veterinaria puede generar resistencia a los antiparasitarios o complicaciones innecesarias.

Para evitar estos problemas, se recomienda siempre seguir las indicaciones del fabricante, respetar las dosis y consultar con el veterinario, quien podrá establecer un calendario de desparasitación personalizado según el estilo de vida y las necesidades específicas del gato.

Recomendación: Si tu gato desarrolla una parasitosis con complicaciones, las consultas, exámenes y tratamientos pueden sumar costos no previstos. Un seguro para mascotas, cómo Cacttus, ayuda a enfrentar estos gastos veterinarios inesperados.

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