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Diarrea en Perros: Cómo Tratarla

Diarrea en Perros: Cómo Tratarla

Por Ana Fernandez
21 octubre, 2025
5 min de lectura

En Chile, donde se estima que existen más de 8 millones de perros con dueño, según censo realizado por la Pontificia Universidad Católica de Chile, los episodios de diarrea son una de las causas frecuentes de consulta veterinaria.

Y no es para menos: este síntoma puede afectar a perros de todas las edades, razas y tamaños, desde cachorros hasta adultos mayores.

En este artículo, encontrarás una guía completa y actualizada sobre cómo identificar, tratar y prevenir la diarrea en perros.

¿Qué es la diarrea en perros?

La diarrea no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma: significa que el tracto intestinal está expulsando heces con exceso de agua.

En práctica veterinaria, casi todos los perros presentan diarrea en algún momento de sus vidas.

Puede manifestarse como heces muy líquidas, frecuentes o explosivas. Otros signos asociados son vómitos, letargo, pérdida de apetito o dolor abdominal.

La diarrea aguda aparece de forma repentina y suele durar hasta 2 semanas, mientras que la crónica dura más y necesita evaluación más exhaustiva.

Es fundamental diferenciar si la diarrea es del intestino delgado (heces grandes y líquidas, a veces con sangre digerida) o del grueso (heces más pequeñas, con moco y sangre fresca), ya que cada una tiene causas y manejo diferentes.

Causas de la diarrea en perros

La diarrea canina tiene múltiples causas y entre las más comunes están:

  • Infecciosas y parasitarias: virus (parvovirus, coronavirus canino), bacterias (E. coli, Salmonella, Clostridium), y parásitos intestinales (Giardia, ascaris, anquilostomas). Estos patógenos provocan inflamación intestinal y diarrea acuosa o con sangre.

  • Problemas alimentarios o tóxicos: cambios bruscos de dieta, ingestión de comida en mal estado, basura o restos de alimentos grasos; alergias e intolerancias alimentarias; ingestión de plantas o medicamentos tóxicos. Estos trastornos “alimentarios” suelen causar diarreas agudas de diversa intensidad. Si buscas más información, puedes leer el artículo Plantas que son Tóxicas para los Perros que Debes Conocer del blog de Cacttus.

  • Enfermedades metabólicas o sistémicas: insuficiencia pancreática exocrina (malabsorción de grasa), hipoadrenocorticismo (Addison), enfermedad hepática o renal avanzada, hipertiroidismo, entre otras. Estas condiciones pueden provocar diarrea como síntoma asociado a otros cambios (vómitos, pérdida de peso).

  • Trastornos inmunomediados y neoplásicos: enfermedad inflamatoria intestinal (EII), linfangiectasia intestinal o cáncer intestinal (linfoma). La EII causa diarrea crónica, a veces con vómitos y pérdida de proteínas, y requiere tratamiento prolongado.

  • Estrés y otros factores: situaciones de estrés (viajes, cambios de entorno), fármacos (antibióticos, antiinflamatorios) o vómitos previos pueden desencadenar episodios de diarrea. Incluso en perros sanos, la diarrea leve suele asociarse a una indiscreción alimentaria.

En resumen, cualquier trastorno que altere la función digestiva (infección, inflamación, obstrucción, toxina) puede causar diarrea.

Identificar la causa específica (por ejemplo con pruebas de heces, sangre o ecografías) es clave para un tratamiento eficaz.

Síntomas y signos de alarma

Además de las heces líquidas o muy blandas, conviene vigilar otros signos que pueden acompañar a la diarrea:

  • Frecuencia y características de las deposiciones: defecar muchas veces al día o urgencia creciente. La presencia de moco o sangre fresca (hematoquecia) en las heces indica colitis (intestino grueso) o lesiones graves.

  • Apetito y energía: pérdida de apetito, decaimiento o desinterés por jugar.

  • Deshidratación: la diarrea provoca pérdida de agua y electrolitos. Signos de deshidratación incluyen encías secas, ojos hundidos, letargo intenso o pliegue de piel que tarda en regresar. Mantener agua fresca disponible es fundamental.

  • Síntomas generales: fiebre, vómitos simultáneos, dolor abdominal (queja al tocar el abdomen) o pérdida de peso notable son señales de alerta. La diarrea con vómitos frecuentes sugiere un problema más grave.

Si la diarrea es leve y breve, puede mejorar con reposo digestivo y dieta blanda en casa.

Pero si se acompaña de los signos anteriores, especialmente sangre en las heces o deshidratación, se debe buscar atención veterinaria inmediata para evitar complicaciones.

¿Cuándo llevar al veterinario?

En general, es recomendable llevar a tu perro al veterinario en estos casos:

  • Diarrea persistente: si dura más de 24-48 horas, especialmente en cachorros o perros mayores.

  • Sangre en las heces: cualquier diarrea con sangre fresca o negra (melena) requiere evaluación urgente.

  • Síntomas severos: vómitos continuos, fiebre alta, debilidad marcada o signos evidentes de deshidratación (por ejemplo, pérdida de elasticidad de la piel).

  • Edad y estado: cachorros, ancianos o perros con enfermedades crónicas merecen consulta precoz.

La atención veterinaria suele incluir examen físico, pruebas de laboratorio (coprológico, sangre) y, si es necesario, fluidoterapia.

Contar con el respaldo de un seguro de mascotas, como el de Cacttus, puede ayudar a afrontar los gastos en emergencias de salud.

Por ejemplo, si tu perro necesita hospitalización por diarrea grave, la cobertura de Cacttus facilitará que puedas concentrarte en su recuperación sin preocuparte tanto por el aspecto económico.

Tratamiento de la diarrea en perros

El manejo de la diarrea dependerá de su causa y gravedad, pero incluye medidas generales que puedes aplicar en casa y atención veterinaria para los casos moderados/severos:

Ayuno breve (12-24 h)

En perros adultos sanos con diarrea leve se suele suspender temporalmente la comida para “descansar” el intestino.

No se interrumpe el agua; al contrario, deja agua limpia siempre al alcance para evitar la deshidratación.

Dieta blanda

Después del ayuno se reintroduce comida muy digestible. Se recomienda dieta casera suave (pollo cocido sin piel, arroz o patata bien cocidos) en pequeñas porciones frecuentes.

También se pueden usar dietas comerciales de alta digestibilidad (hipoalergénicas, bajas en grasas). La dieta blanda contribuye a reducir la inflamación intestinal.

Suplementos y probióticos

La fibra soluble (por ejemplo, calabaza o salvado de avena) puede ayudar a formar las heces. Los probióticos orales (balancean la flora intestinal) suelen recomendarse en diarreas recurrentes o después de antibióticos.

Hidratación y electrolitos

Ofrecer agua fresca constantemente es vital. Si el perro rechaza el agua o muestra deshidratación, el veterinario puede aplicar fluidos subcutáneos u intravenosos.

En algunas situaciones de diarrea de intestino delgado, se pueden dar soluciones de rehidratación oral para compensar sales y minerales perdidos.

Medicamentos y soporte veterinario

Si el veterinario diagnostica una causa específica, prescribirá el tratamiento concreto: antiparasitarios (fenbendazol, pirantel), antibióticos para infecciones bacterianas confirmadas, antieméticos para los vómitos, etc.

En diarreas muy severas (p. ej. parvovirus), puede ser necesaria hospitalización con fluidos, antibióticos intravenosos y soporte nutricional intensivo. En cambio, la mayoría de casos “comunes” mejora rápido sin medicaciones agresivas.

Puedes leer el artículo Test de Parvovirus: Todo lo que Debes Saber del blog de Cacttus si quieres saber más de esta terrible enfermedad.

Como observación, no automediques a tu perro con antidiarreicos humanos o antiparasitarios sin receta: podrías enmascarar la causa o empeorar la situación.

Según datos de un estudio llevado a cabo en el Reino Unido, más del 80% de los perros con diarrea aguda se recuperó tras una sola consulta veterinaria.

Esto demuestra que, con la atención oportuna (dieta, líquidos, medicación correcta), la mayoría de las diarreas caninas se resuelven en pocos días.

Como complemento al tratamiento, asegúrate de mantener a tu perro en reposo, ofrecerle cariño y monitorear su evolución para evitar recaídas.

Prevención y cuidados generales

La mejor forma de “tratar” la diarrea es prevenirla cuando sea posible. Algunas recomendaciones preventivas son:

  • Cambios de dieta graduales: si vas a cambiar su alimentación, hazlo en 7-10 días mezclando progresivamente el alimento nuevo con el antiguo. Evita cambios drásticos.

  • Alimentación de calidad: ofrece piensos o dietas recomendadas por el veterinario, de alta digestibilidad. Limita los premios ricos en grasa o azúcar. Evita dar sobras de la mesa, alimentos expuestos o basura: muchos casos de diarrea ocurren por “indiscreción alimentaria”. En el artículo Cómo Elegir la Dieta Adecuada para tu Perro del blog de Cacttus podrás encontrar muchas respuestas al tema de alimentación.

  • Parásitos y vacunas al día: desparasita regularmente (p. ej. cada 3 meses, según recomendación veterinaria) para eliminar gusanos y protozoos. Vacuna contra el parvovirus y coronavirus canino para proteger al intestino de infecciones graves.

  • Ambiente higiénico: limpia bien las áreas de comida, agua y descanso. Lava tus manos después de contacto con materia fecal. Un entorno limpio reduce la exposición a patógenos.

  • Estrés y ejercicio: brinda ejercicio moderado diario; el estrés puede afectar la digestión. Mantén rutinas estables, especialmente en perros nerviosos.

Con estas medidas disminuyes mucho el riesgo de diarreas habituales. Sin embargo, es imposible evitarlas por completo, ya que cualquier perro sano puede sufrir un episodio ocasional.

Por eso, es clave conocer las causas y tratar cada caso adecuadamente.

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