Dieta BARF: Cómo Empezarla con tu Perro

Dieta BARF: Cómo Empezarla con tu Perro

Por Ana Fernandez
20 octubre, 2025
5 min de lectura

Sin embargo, junto con sus beneficios potenciales, la dieta BARF también genera dudas: ¿es realmente segura?, ¿qué riesgos puede tener?, ¿cómo empezar de manera correcta y sin poner en riesgo la salud de nuestro perro?

Es fundamental informarse bien y hacer una transición correcta para que resulte segura y equilibrada.

A continuación, te contamos todo lo que debes saber para iniciar correctamente la dieta BARF con tu perro.

¿Qué es la dieta BARF?

La dieta BARF (Biologically Appropriate Raw Food), denominado en español ACBA (Alimentación Cruda Biológicamente Apropiada), se basa en ofrecer a los perros alimentos frescos y crudos, principalmente de origen animal.

La idea es que los perros, como descendientes de carnívoros, están biológicamente preparados para digerir carne, huesos y vísceras, complementados con pequeñas cantidades de vegetales y frutas.

Un menú BARF típico incluye:

  • Carne magra cruda (pollo, res, pavo, pescado, cordero, cerdo).

  • Huesos carnosos crudos (alas, cuellos de pollo, costillas).

  • Vísceras (hígado, corazón, riñones).

  • Frutas y verduras seguras (manzana, zanahoria, calabaza, brócoli).

Ocasionalmente, huevos y probióticos naturales como yogur o kéfir.

Las proporciones más comunes rondan entre un 60-80% de proteína animal y un 20-40% de vegetales y frutas.

Estas pueden variar según la edad, tamaño y necesidades de cada perro.

Si estás buscando opciones para la alimentación de tu mascota, puedes leer el artículo Los 10 Mejores Alimentos para Perros del blog de Cacttus.

Origen y popularidad de la dieta BARF

El término BARF fue popularizado por el veterinario australiano Ian Billinghurst en los años 90, quien defendía que las dietas comerciales no eran lo suficientemente naturales ni adecuadas para la biología de los perros.

Su propuesta fue recuperar una alimentación similar a la de los lobos en estado salvaje, pero adaptada a la vida doméstica. Desde entonces, la dieta BARF ha ido creciendo en popularidad en todo el mundo.

En un estudio publicado por MDPI, se hace referencia a una encuesta realizada en EE.UU. entre 2017 y 2018 dónde apenas un 3% de los dueños de perros compraban comida cruda.

El mismo estudio señala que el mercado de alimentos naturales y crudos para mascotas ha estado creciendo cada año alrededor de un 15% a nivel global y que en algunos países entre un 15% y 25% de los perros ya consumen algún tipo de dieta cruda, mostrando que se trata de una tendencia en expansión.

En Chile también hay un aumento en la búsqueda de dietas alternativas para mascotas, lo que refleja la preocupación creciente de los tutores por ofrecer opciones más saludables y personalizadas.

Beneficios potenciales de la dieta BARF para los perros

Quienes apoyan la dieta BARF reportan beneficios en la salud de sus perros.

Entre los aspectos positivos que suelen mencionar se incluyen:

  • Un pelaje más brillante: al recibir una dieta rica en proteínas frescas y ácidos grasos naturales, muchos perros muestran un pelaje más denso, suave y brillante.

  • Piel saludable: reducción de la caspa y los problemas de piel asociados a alergias alimentarias.

  • Eliminación del mal aliento y dientes más limpios: los huesos carnosos crudos actúan como un cepillo natural.

  • Mejor digestión: el intestino del perro aprovecha mejor los nutrientes de los alimentos frescos, lo que resulta en deposiciones más pequeñas y con menor olor.

  • Incremento en los niveles de energía y vitalidad: una nutrición basada en ingredientes frescos puede traducirse en más energía, resistencia y ánimo para el juego y el ejercicio diario.

  • Reducción de problemas médicos como:

  • Alergias

  • Artritis

  • Pancreatitis

  • Enfermedades dentales

  • Parásitos intestinales

La idea es que una alimentación “como en la naturaleza” fortalece el sistema inmunológico y disminuye la incidencia de ciertas enfermedades.

Adicionalmente, muchos tutores destacan que las heces de sus perros se vuelven más pequeñas y firmes con la dieta BARF, lo que indicaría una mejor absorción de nutrientes y menos residuos.

Cabe señalar, eso sí, que gran parte de estos beneficios provienen de experiencias anecdóticas de dueños y no de estudios científicos controlados.

En otras palabras, aunque numerosos propietarios reportan mejoras visibles en sus perros, la ciencia aún está investigando el verdadero alcance de estos beneficios.

Riesgos y precauciones de la dieta BARF

No todo son beneficios. Los veterinarios suelen advertir sobre riesgos asociados a la alimentación cruda, sobre todo si se implementa sin conocimientos adecuados.

Riesgo de contaminación bacteriana

La carne cruda puede estar contaminada con bacterias como Salmonella o E. coli. Según investigaciones, entre un 6% y 20% de los productos cárnicos crudos para mascotas presentan este tipo de patógenos.

Los perros, al tener un sistema digestivo más ácido, suelen tolerar mejor estas bacterias que los humanos, pero no están exentos de enfermar.

Además, pueden convertirse en portadores y transmitir patógenos a sus dueños. La contaminación cruzada es un peligro real: al manipular carne cruda en la cocina o al recibir lamidos de una mascota que consume BARF, los dueños podrían exponerse a las bacterias presentes en los alimentos o en las heces del animal. Por ello, la higiene estricta es fundamental.

Huesos y atragantamiento

Aunque los huesos carnosos son parte central de BARF, siempre existe riesgo de atragantamiento, fracturas dentales o perforaciones gastrointestinales.

Los veterinarios insisten en que nunca deben ofrecerse huesos cocidos y que los huesos crudos deben estar siempre bajo supervisión.

En el artículo Mi Perro Tiene Arcadas Como si Tuviera Algo en la Garganta tienes información que podría ser de utilidad.

Desequilibrios nutricionales

Alimentar de forma casera requiere conocimientos para asegurar que la dieta es completa y equilibrada. Un error común al improvisar una dieta BARF es caer en deficiencias o excesos nutricionales.

Por ejemplo, dietas crudas preparadas sin asesoría pueden tener un exceso de proteínas y grasas pero ser pobres en ciertos minerales o vitaminas.

Evaluaciones de menús BARF han identificado problemas como desequilibrios en la proporción calcio-fósforo, deficiencias de micronutrientes (zinc, magnesio, potasio, vitaminas como la D) o exceso de vitamina A si se agrega demasiado hígado.

Estos desbalances, mantenidos en el tiempo, pueden traducirse en problemas de salud (por ejemplo, huesos frágiles por desequilibrio de calcio, o daño hepático por exceso de vitamina A).

Es crucial formular la dieta correctamente y, de ser posible, hacerlo con ayuda de un veterinario nutricionista para cubrir la mayor cantidad posible de nutrientes que un perro necesita.

No todos los perros son candidatos

Perros inmunosuprimidos, muy ancianos, con enfermedades renales/hepáticas o razas con sistemas digestivos delicados podrían no tolerar bien una alimentación cruda.

Médicos veterinarios recomiendan aplicar BARF solo en mascotas jóvenes y saludables, libres de enfermedades preexistentes, y evitando aquellos casos donde el riesgo supera el beneficio.

Cada perro es diferente: si el tuyo tiene condiciones especiales, consulta con el veterinario si BARF es apropiado o si existen alternativas (por ejemplo, dietas caseras cocidas o mixtas que resulten más seguras).

Guía paso a paso para empezar la dieta BARF con tu perro

Adoptar la dieta BARF requiere planificación, paciencia y constancia. A continuación encontrarás una guía estructurada con las principales etapas para hacer la transición de forma segura y efectiva.

Paso 1: Consulta con un veterinario

El primer paso es siempre hablar con un veterinario de confianza. Idealmente, busca un profesional con conocimientos en nutrición o experiencia en dietas crudas.

El especialista evaluará la condición de tu perro (peso, edad, historial médico) y te orientará sobre si BARF es una opción viable.

Un chequeo previo con exámenes de sangre o heces puede servir como punto de referencia para comparar la evolución de tu mascota tras la transición.

Paso 2: Diseña un menú equilibrado

Una dieta BARF no significa solo dar carne cruda. Para que sea completa, debe incluir una proporción adecuada de ingredientes:

  • Carne magra: 50-60% de la ración.

  • Huesos carnosos crudos: 10-15%.

  • Vísceras: 10% (mitad hígado, mitad otras vísceras).

  • Frutas y verduras seguras: 15-20%.

  • Suplementos opcionales: aceite de pescado, levadura de cerveza, algas kelp, probióticos.

📌 Ejemplo de menú diario para un perro de 20 kg (450 g de comida):

  • 250 g de pollo magro.

  • 70 g de huesos carnosos (cuello de pollo).

  • 45 g de hígado.

  • 45 g de otras vísceras (riñón/corazón).

  • 40 g de mezcla de zanahoria y manzana triturada.

El menú debe ajustarse a la edad, peso y nivel de actividad. Por ejemplo, un perro cachorro puede necesitar hasta un 5% de su peso corporal en alimento diario, mientras que un adulto se mantiene entre el 2% y el 3%.

Paso 3: Haz la transición gradual

Cambiar de alimento comercial a BARF puede hacerse de dos maneras:

  • Transición progresiva: mezclar durante 7-14 días parte del alimento actual con BARF, aumentando progresivamente la cantidad cruda.

  • Cambio directo: algunos tutores establecen un ayuno de 12-24 horas y luego comienzan solo con BARF.

Lo más recomendado es la transición progresiva, ya que el sistema digestivo necesita tiempo para adaptarse.

Paso 4: Higiene y seguridad en la manipulación

La carne cruda exige cuidados especiales:

  • Compra productos de calidad, preferiblemente aptos para consumo humano.

  • Congela la carne al menos 3 días antes de usarla para reducir riesgos de parásitos.

  • Descongela en el refrigerador, nunca a temperatura ambiente.

  • Lava cuchillos, tablas y platos después de cada uso.

  • Retira los restos de comida del plato de tu perro después de 15 minutos.

La higiene no solo protege a tu perro, también a tu familia frente a bacterias como Salmonella o E. coli.

Paso 5: Monitorea los resultados

Durante las primeras semanas observa:

  • Heces: deben volverse más firmes y pequeñas.

  • Peso: controla cada semana y ajusta las raciones si es necesario.

  • Pelaje y energía: un perro bien nutrido mostrará más vitalidad y un pelo más sano.

Un chequeo veterinario cada 6 a 12 meses, con análisis de sangre y orina, es ideal para confirmar que no hay desequilibrios nutricionales.

La dieta BARF es solo un aspecto del cuidado integral de tu perro. Para que viva sano y feliz, necesita mucho más que una buena alimentación: ejercicio diario para mantenerse activo, estimulación mental para evitar el aburrimiento, visitas regulares al veterinario y vacunas al día.

Además, es importante considerar la prevención frente a imprevistos médicos. Un buen seguro para mascotas, cómo Cacttus, permite cubrir gastos veterinarios inesperados y dar mayor tranquilidad a la familia.

Puppy peeking over footer
Cacttus Logo

Seguros con sentido ❤️

InstagramFacebookTikTok

Contacto

Descargar Cacttus

Descarga la app para hacer reembolsos, pedir asistencia veterinaria online, ganar beneficios y mucho más.

Descargar en App StoreConseguir en Google Play

© 2025 Cacttus - Hecho con amor ❤️