¿Los duraznos son saludables para los perros?

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Cuando se trata de la pulpa del durazno, en realidad está llena de nutrientes que son realmente buenos para tu perro.

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Los duraznos son ricos en vitaminas A y C. También contienen vitaminas E, K, niacina, ácido fólico, hierro, colina, potasio, magnesio, fósforo, manganeso, zinc y cobre.

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Entonces, dejar que tu cachorro coma algunos trozos de pulpa de durazno de vez en cuando definitivamente tiene sus ventajas.

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¿Por qué los duraznos son malos para los perros?

Pero si decides darle duraznos a tu perro, debes tener mucho cuidado para evitar servir ciertas partes de la fruta.

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Algunas frutas deben administrarse con precaución, y esto incluye duraznos y cerezas, o cualquier fruta que tenga un hueso central duro.

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Los huesos de durazno pueden ser peligrosos ya que contienen cianuro.

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Los duraznos, las cerezas, las ciruelas, las nectarinas y los mangos contienen una forma natural de cianuro. Eso es para que la fruta (y el árbol del que proviene) pueda tener algún tipo de protección contra los animales que quieran comerla.

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Estudios han demostrado que la semilla de un durazno contiene más de esta toxina que las cerezas. Masticar el cuesco libera aún más toxinas. 

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Por lo tanto, no hace falta decir que tu perro no debe mordisquear el hueso de un durazno.

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Los tallos y las hojas de los duraznos también contienen cianuro, por lo que también debe evitar esas partes.

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Si tu perro se come accidentalmente un cuesco de durazno, es importante que estés atento a signos de envenenamiento por cianuro, como:

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• Vómitos
• Respiración dificultosa
• Irritación de la piel

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Además de una posible intoxicación, los huesos de durazno también son un peligro de asfixia e incluso podrían provocar una obstrucción intestinal.

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Los huesos más grandes, como los que se encuentran en los duraznos y nectarinas,  pueden atascarse en la garganta, el estómago y los intestinos. 

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Es posible que, varios días antes que una mascotas se vea “apagada” hay comido un cuesco de un durazno o una nectarina. 

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Vigila el comportamiento de tu cachorro. Ya sea que lo hayas visto tragar un hueso de durazno o se lo haya metido a escondidas de ti, querrás comunicarte con su veterinario si notas signos de una obstrucción gastrointestinal, que incluyen:

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• Falta de apetito
• Vómitos
• Diarrea
• Constipación

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La obstrucción gastrointestinal puede ser muy grave, por lo que es importante que consultes a tu veterinario lo antes posible.

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Un cuesco puede causar una obstrucción en los intestinos y hacer que el área se rompa, liberando bacterias en la cavidad abdominal [y] provocando una infección potencialmente mortal (septicemia).

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¿Qué pasa con la pelusa de durazno?

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La pelusa no es un problema, pero algunos perros pueden tener una reacción alérgica oral leve.

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Si tu perro termina comiendo un poco de piel de durazno, hay ciertos síntomas a los que debes prestar atención que podrían indicar que está teniendo una reacción alérgica.

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Es probable que la reacción sea leve, pero la mascota puede tener una salivación excesiva, frotarse la cara, hacer múltiples movimientos con la boca o resistirse a comer.

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Cómo darle duraznos a tu perro de forma segura

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A pesar de que los huesos, los tallos y las hojas pueden ser bastante peligrosos, aún puedes darle a tu perro un poco de pulpa de durazno para comer. Sólo tienes que tener cuidado al respecto.

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La forma más segura de alimentar a tu cachorro con duraznos es quitar el hueso y cortar la pulpa en trozos pequeños. (También es mejor cortar la pelusa para evitar una posible reacción alérgica).

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La fruta en general es un placer refrescante, pero en exceso puede provocar malestares intestinales.

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Si decides darle a tu cachorro algunos duraznos, asegúrate de evitar las cosas azucaradas enlatadas.

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Es mejor dar fruta fresca que enlatada o en conserva. La fruta enlatada es mucho más alta en azúcar. Se debe tener cuidado de que la fruta procesada baja en calorías no contenga xilitol, que es tóxico para los perros.

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