La mastitis en perros es una condición que puede afectar a las hembras, especialmente después del parto, aunque también puede ocurrir en otros momentos. Esta inflamación de las glándulas mamarias es dolorosa y puede poner en riesgo la salud de tu mascota si no se trata adecuadamente.
Qué es la mastitis en perros
La mastitis es una inflamación de las glándulas mamarias que ocurre cuando las bacterias invaden los conductos mamarios, provocando una infección.
Es más común en hembras que están amamantando o que han dejado de amamantar recientemente, pero también puede suceder en perros que no están lactando.
Causas de la mastitis en perros
Existen varias causas que pueden desencadenar la mastitis en las perras:
Infección bacteriana: Una de las causas más comunes es la infección bacteriana. Tras el parto, la perra experimenta una disminución en sus defensas, lo que la predispone a infecciones. Las bacterias pueden ingresar al sistema mamario a través de pequeñas heridas o fisuras en los pezones, que se pueden formar cuando los cachorros están lactando.
Estas bacterias, como Staphylococcus o Escherichia coli, causan una inflamación dolorosa que rápidamente se convierte en una infección.
Obstrucción de los conductos mamarios: A veces, los conductos mamarios pueden obstruirse debido a la acumulación de leche, especialmente si los cachorros no se alimentan de manera uniforme. Esta leche atrapada puede convertirse en un caldo de cultivo para las bacterias, provocando una infección.
Lesiones: Las heridas causadas por los dientes de los cachorros o por el entorno (raspones, golpes, etc.) pueden abrir la puerta a infecciones que derivan en mastitis. Si no se tratan, estas pequeñas lesiones pueden inflamarse e infectarse.
Lactancia prolongada o destete abrupto: La mastitis puede aparecer si los cachorros dejan de alimentarse de repente, ya que la producción de leche no se detiene de inmediato, lo que puede causar acumulación y posterior inflamación.
Síntomas de la mastitis en perros
Es crucial que prestes atención a los síntomas de la mastitis en tu perra, ya que el tratamiento temprano es esencial para prevenir complicaciones.
Los signos más comunes incluyen:
Dolor e inflamación: Las glándulas mamarias se inflaman y se ponen calientes al tacto. Tu perra puede mostrar signos de incomodidad o dolor, especialmente cuando los cachorros intentan amamantar.
Cambios en la apariencia de la leche: Si la leche parece más espesa de lo habitual, tiene un color anormal (amarillo o rojizo), o incluso contiene pus, es un claro indicio de que hay una infección.
Fiebre y letargo: La mastitis puede desencadenar una respuesta sistémica en tu perra, provocando fiebre, letargo y falta de apetito. Si notas que tu perra está más cansada de lo habitual, es una señal de que algo no anda bien.
Áreas endurecidas en las glándulas mamarias: Además de la inflamación, puedes notar que algunas partes de las mamas se sienten más duras o nodulares, lo que es un signo de que hay una acumulación de pus o tejido inflamado.
Lamerse excesivamente las glándulas mamarias: Si tu perra comienza a lamerse constantemente las glándulas mamarias, es posible que esté intentando aliviar la incomodidad o el dolor que siente en la zona.
Diagnóstico de la mastitis canina
Si sospechas que tu perra tiene mastitis, es importante que la lleves al veterinario lo antes posible.
El diagnóstico se basa en los síntomas clínicos y, en algunos casos, el veterinario puede tomar una muestra de leche para realizar pruebas y confirmar la presencia de bacterias.
Tratamiento de la mastitis en perros
El tratamiento de la mastitis en perros depende de la gravedad de la infección y del estado de salud general de tu mascota.
A continuación los enfoques más comunes:
Antibióticos: Si el veterinario confirma que la mastitis es causada por una infección bacteriana, recetará antibióticos para combatir la infección. Es importante seguir el tratamiento completo y administrar los medicamentos tal como se indica para evitar recaídas.
Analgésicos y antiinflamatorios: Para aliviar el dolor y reducir la inflamación, el veterinario puede prescribir analgésicos o antiinflamatorios. Esto hará que tu perra se sienta más cómoda mientras se recupera.
Compresas calientes: Aplicar compresas calientes en las glándulas mamarias afectadas varias veces al día puede ayudar a reducir la inflamación y mejorar el drenaje de la leche infectada. Asegúrate de que la temperatura no sea demasiado alta para no causarle más molestias a tu perra.
Drenaje manual de la leche: En algunos casos, el veterinario puede recomendarte extraer manualmente la leche de las glándulas mamarias infectadas para aliviar la presión y ayudar a prevenir la acumulación de pus. Sin embargo, esto debe hacerse bajo la supervisión del veterinario para evitar lesiones o complicaciones.
Suspensión temporal de la lactancia: Dependiendo de la gravedad de la mastitis, es posible que el veterinario te recomiende interrumpir temporalmente la lactancia para permitir que las glándulas mamarias de tu perra se recuperen. En este caso, deberás alimentar a los cachorros con leche de fórmula.
Prevención de la mastitis en perros
Prevenir la mastitis en tu perra es posible si sigues algunas recomendaciones básicas:
- Revisa con frecuencia las glándulas mamarias de tu perra, especialmente durante el período de lactancia, para detectar cualquier signo de inflamación, enrojecimiento o endurecimiento.
- Asegúrate de que la zona de las glándulas mamarias esté limpia y libre de residuos que puedan favorecer la entrada de bacterias.
- Si decides destetar a los cachorros, hazlo de manera gradual para evitar que la leche se acumule en las glándulas mamarias.
- Observa a los cachorros mientras se alimentan para asegurarte de que todos tengan acceso equitativo a las glándulas mamarias, lo que ayuda a prevenir la acumulación de leche en algunas áreas.
Importancia de la detección temprana en perras
La detección temprana de la mastitis en perras es importante para prevenir complicaciones y garantizar un tratamiento efectivo.
La mastitis es una enfermedad común en perras lactantes, y si no se trata a tiempo, puede causar graves problemas de salud tanto para la madre como para los cachorros.
Identificar los síntomas iniciales permite al veterinario realizar un diagnóstico preciso y comenzar un tratamiento adecuado de inmediato.
Esto no solo reduce el riesgo de complicaciones, sino que también mejora significativamente el pronóstico de recuperación.
La detección temprana es, por lo tanto, una herramienta vital para mantener la salud y el bienestar de tu perra y sus cachorros.
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