Te estás preguntando "mi perro no quiere comer ¿qué hago?" aquí te contamos las razones y qué puedes hacer.
La disminución del apetito (hiporexia) o la pérdida de apetito (anorexia) en los perros puede ser estresante para los dueños de mascotas y a menudo puede indicar una afección médica subyacente.
No se debe ignorar la anorexia durante más de 24 horas, ya que a menudo es una señal de advertencia de que algo más está sucediendo.
Aquí tienes información sobre por qué tu perro no está comiendo, incluido un listado con algunas soluciones
Razones por las que los perros no quieren comer
Pueden haber muchas razones por las que un perro no quiera comer, pero generalmente se pueden clasificar en tres categorías principales:
- Médicas
- De comportamiento
- Problemas con la comida en sí
Causas médicas
La lista de posibles causas médicas de la anorexia o hiporexia en los perros es muy extensa e incluye cualquier cosa que pueda causar dolor, náuseas, letargo o estrés:
- Enfermedad dental
- Dolor oral
- Náuseas
- Vómitos
- Diarrea
- Parásitos intestinales
- Pancreatitis
- Trastorno estomacal (comer sobras de comida de mesa o algo que no deberían, o un cambio repentino en la comida o las golosinas)
- Infección
- Fiebre
- Cáncer
- Enfermedad hepática
- Enfermedad renal
- Enfermedad inflamatoria intestinal
- Insuficiencia cardíaca congestiva
- Enfermedad pulmonar
Estos son solo algunos ejemplos de problemas médicos que pueden provocar la pérdida de apetito en los perros; hay muchas más posibles razones.
Comportamiento
La ansiedad, el estrés o el miedo pueden causar una disminución del apetito en algunos perros, al igual que en las personas.
Ten en cuenta que lo que consideras estresante es diferente de lo que tu perro puede percibir como estresante, e incluso las cosas pequeñas pueden producir ansiedad y hacer que no quieran comer.
Los cambios en la rutina o el entorno de un perro, como la presencia de nuevas personas o mascotas en la casa, los viajes o los ruidos fuertes como la construcción, las tormentas o los fuegos artificiales, pueden desencadenar ansiedad.
Incluso algo tan simple como cambiar la hora o el lugar de una comida puede causar estrés en perros más sensibles, lo que puede hacer que sean menos propensos a comer.
La intimidación por parte de otra mascota en el hogar también puede hacer que un perro evite su plato de comida.
A muchos perros no les gusta comer justo al lado de sus compañeros de casa, ya que puede haber una intimidación que nosotros, como humanos, no percibimos.
Se recomienda separar a los perros durante las comidas para reducir cualquier comportamiento de protección de recursos o intimidación.
Generalmente, si el problema está relacionado con el estrés o la ansiedad, los perros comenzarán a comer de nuevo después de uno o dos días, una vez que se hayan adaptado al cambio. Algunos perros pueden necesitar modificaciones de comportamiento o tratamiento médico para reducir
Qué hacer cuando tu perro no quiere comer
Si tu perro está letárgico, vomitando o tiene diarrea además de no comer, acude de inmediato a tu veterinario. Si no presenta ninguno de estos síntomas, aquí tienes algunas formas de intentar incentivar a tu perro a comer:
- Añade agua o caldo de pollo sin sodio a la comida del perro y deja que se empape durante varios minutos para ablandarla.
- Calienta la comida enlatada durante unos segundos en el microondas (asegúrate de sacarla de la lata de metal y colocarla en un recipiente apto para microondas). La comida enlatada puede calentarse rápidamente y volverse muy caliente, así que primero prueba la comida para evitar quemarte la lengua.
- Prueba mezclando un poco de pollo hervido sin hueso ni piel y arroz con sus croquetas para animarlo a comer.
- Añade un probiótico. No solo puede hacer que la comida sea más apetitosa, sino que también puede ayudar a sanar cualquier inflamación o irritación intestinal al equilibrar la flora gastrointestinal saludable.
Si has intentado estos trucos y tu perro sigue rechazando su comida, debería ser examinado por un veterinario para descartar cualquier condición médica subyacente.
A menos que tu veterinario lo haya recetado explícitamente, no debes administrarle a tu perro ningún medicamento de venta libre para problemas gastrointestinales, ya que podrían causar efectos secundarios graves o interactuar con los medicamentos que tu veterinario pueda querer administrar.
Es mejor consultar con tu veterinario antes de intentar tratar los síntomas en casa.