Causas de los resfriados de gatos

Las causas más comunes de los resfriados en gatos son las infecciones virales. Se estima que alrededor del 90% son causados por el herpesvirus felino y el calicivirus felino.

Herpesvirus felino

El herpesvirus felino (o virus de la rinotraqueítis felina) es extremadamente contagioso. Se ve comúnmente en situaciones en las que se alojan varios gatos juntos como un rescate o un refugio. De manera similar a las infecciones herpesvirales en humanos, los gatos infectados con el virus del herpes lo portarán por el resto de sus vidas. 

Muchos gatos experimentarán períodos de latencia en los que el virus no se reproduce activamente. Pueden verse perfectamente saludables durante los períodos de inactividad. Sin embargo, después de eventos estresantes que suprimen el sistema inmunológico, como ser abordado o acicalado, el virus puede activarse y causar síntomas como estornudos o lagrimeo durante unos días.

Calicivirus felino

Los gatos infectados con el calicivirus felino pueden mostrar signos muy similares a los gatos infectados con el herpesvirus felino. También como el herpesvirus, el calicivirus es altamente contagioso. Afortunadamente, ambas infecciones virales son específicas de los gatos y no son contagiosas para las personas. 

Además, existen vacunas para ambos virus, y estos virus se consideran vacunas básicas para gatitos y gatos adultos. Aunque es posible que la vacuna no prevenga la infección por completo, puede ayudar a reducir los síntomas y prevenir enfermedades graves.

Cómo los veterinarios diagnostican los resfriados de los gatos

Si tu gato muestra síntomas de una infección viral, el veterinario de tu gato realizará un examen completo. Es importante que le proporciones a tu veterinario un historial médico completo sobre tu gato, incluido el inicio y la naturaleza de los síntomas.

Según los hallazgos de su examen, el veterinario de tu gato puede recomendar pruebas de diagnóstico de rutina para detectar posibles complicaciones de un resfriado. 

Estas pruebas pueden incluir un conteo sanguíneo completo (CBC) para verificar los recuentos de glóbulos blancos y rojos y plaquetas, una bioquímica sérica para ver si los órganos internos funcionan correctamente y radiografías de tórax para detectar neumonía u otras afecciones como asma o infección por hongos.

El veterinario de tu gato puede recomendar un panel de PCR de las vías respiratorias superiores para determinar qué virus o bacteria está causando sus síntomas. Esta prueba se realiza recolectando secreciones de los ojos y la nariz con hisopos y enviándolas a un laboratorio, donde se analizan en busca de patógenos que causen enfermedades respiratorias.

Remedios para gato resfriado y opciones de tratamiento

Los casos leves generalmente no requieren ningún tratamiento médico, pero hay algunas cosas que puedes hacer en casa para ayudar a tu gato a sentirse mejor mientras se recupera:

Mantén a tu gato contigo en el baño mientras tomas una ducha caliente. La humedad puede ayudar a aliviar la congestión nasal. Si el aire de tu hogar es seco (durante el invierno, por ejemplo), usa un humidificador para ayudar a aliviar la irritación de las vías respiratorias.

Reduce el estrés de tu gato durante la recuperación. Esto puede significar mantenerlo confinado en una habitación más pequeña y tranquila con todos sus elementos esenciales cerca (caja de arena, comida, agua y cama caliente) y usar productos de feromonas.

Los casos graves, o los casos en los que también está presente una infección bacteriana secundaria, a menudo requieren antibióticos. Por lo general, esto será en forma de medicación oral que se administra en el hogar.

Si tu gato está lo suficientemente enfermo como para tener dificultades para respirar o se niega a comer, es posible que necesite hospitalización durante 1 o 2 días hasta que esté lo suficientemente estable para continuar el tratamiento en casa.

Recuperación y manejo de resfriados de gatos

La mayoría de los gatos sanos pueden recuperarse por completo de un resfriado sin intervención médica en aproximadamente 7 a 10 días. Si tu gato experimenta síntomas más graves y requiere tratamiento médico, el período de recuperación puede durar más y ser más difícil, según la gravedad. 

Agregar cuidados en el hogar (como terapia de vapor con una ducha, un humidificador y reducir el estrés) puede ayudar con la recuperación de un gato.

‍