Familia Multiespecie: La Nueva Forma de Entender el Hogar
¿Qué es una familia multiespecie?
Una familia multiespecie es aquella en la que conviven personas y animales de compañía como miembros igualmente importantes del núcleo familiar.
No se trata solo de compartir un espacio físico, sino de construir una vida en común donde se establecen lazos emocionales, rutinas y responsabilidades compartidas.
En este modelo de convivencia, los animales, ya sean perros, gatos, aves, conejos u otras especies domésticas, dejan de ser vistos como una “mascota” en el sentido tradicional y pasan a ser seres sintientes, con derechos y necesidades propias.
Esto implica reconocer que cada integrante, sin importar la especie, merece cuidado, respeto y atención.
La familia multiespecie también se basa en la interdependencia: los humanos proveen alimento, refugio, atención médica y afecto, mientras que los animales aportan compañía, apoyo emocional y un sentido de pertenencia que muchas personas describen como único e irremplazable.
Este concepto, qué no solo tiene un componente emocional, sino también social y cultural, representa un cambio en la forma en que entendemos a los animales, y en muchos países, incluido Chile, se vincula con avances en leyes de bienestar animal, acceso a servicios veterinarios, seguros de salud para mascotas y políticas públicas que reconocen su valor dentro de la familia.
En resumen, una familia multiespecie es aquella que no mide el amor en función de la especie, sino en la fuerza del vínculo que une a todos sus integrantes.
Características de una familia multiespecie
Una familia multiespecie no se define únicamente por la presencia de animales en el hogar, sino por la forma en que estos son integrados en la vida cotidiana y reconocidos como miembros activos de la familia.
Entre sus principales características destacan:
Vínculos afectivos profundos y recíprocos
El afecto fluye en ambas direcciones: las personas encuentran compañía, apoyo emocional y alegría en sus animales, mientras que ellos reciben atención, cuidados y un entorno seguro.
Este vínculo es tan sólido que influye en las decisiones diarias y en las prioridades familiares.
Reconocimiento del animal como individuo
Los animales no se ven como “propiedad” o meros acompañantes, sino como seres con personalidad, preferencias, emociones y necesidades propias.
Esto incluye respetar sus tiempos de descanso, su espacio y su forma de relacionarse.
Corresponsabilidad en el cuidado
La salud, alimentación, higiene y bienestar del animal son asumidos como una responsabilidad conjunta de los miembros humanos de la familia, al igual que ocurre con cualquier otro integrante.
Participación activa en la vida familiar
Los animales forman parte de las rutinas y celebraciones: desde paseos diarios y juegos hasta estar presentes en cumpleaños, fotografías familiares e incluso vacaciones.
Comunicación y entendimiento mutuo
Las familias multiespecie desarrollan una comunicación no verbal con sus animales, interpretando gestos, posturas y sonidos para responder a sus necesidades.
Esto también fomenta la empatía y la paciencia en todos los integrantes.
Adaptaciones del entorno y estilo de vida
El hogar se organiza pensando en la comodidad y seguridad de todos: espacios para descansar, juguetes, áreas para ejercicio o rascadores, entre otros.
Incluso, se planifican horarios y actividades en función de las necesidades del animal.
Planificación de su bienestar a largo plazo
Incluye acciones como visitas veterinarias regulares, prevención de enfermedades, provisión de una dieta adecuada y, cada vez más, la contratación de seguros de salud para mascotas, como Cacttus, para garantizar atención médica de calidad.
Beneficios de vivir en una familia multiespecie
Vivir en una familia multiespecie no solo significa compartir el hogar con un animal, sino también disfrutar de una relación que impacta de forma positiva en todos sus integrantes.
Estos beneficios abarcan aspectos emocionales, físicos y sociales, mejorando la calidad de vida tanto de las personas como de sus compañeros no humanos.
Aquí algunos de los beneficios más destacados:
Bienestar emocional
Para humanos: tener una mascota ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y los síntomas de depresión.
Para animales: disfrutan de afecto y atención constante, lo que mejora su calidad de vida.
Actividad física
Para humanos: motiva a realizar paseos diarios y juegos que favorecen la salud.
Para animales: se mantienen activos y saludables gracias al ejercicio regular.
Estimulación cognitiva
Para humanos: mejora las rutinas, la disciplina y la responsabilidad en el día a día.
Para animales: contribuye al desarrollo mental y al aprendizaje de rutinas positivas.
Vínculo social
Para humanos: favorece la interacción con otras personas y fortalece habilidades sociales.
Para animales: refuerza su seguridad y confianza en el entorno.
Desafíos y responsabilidades
Aunque las familias multiespecie traen mucha alegría, también requieren un alto nivel de compromiso:
Salud y cuidados veterinarios: vacunas, controles periódicos, desparasitación y prevención de enfermedades.
Alimentación adecuada: dieta balanceada y adaptada a la especie y edad.
Enriquecimiento ambiental: espacios seguros, juguetes y estimulación para evitar estrés.
Tiempo y dedicación: atención diaria y compañía de calidad.
Tener herramientas como planes veterinarios o seguros de salud para mascotas, cada vez más comunes en Chile, ayuda a cubrir estas necesidades y a evitar que los costos médicos inesperados afecten la estabilidad familiar.
La familia multiespecie y su marco legal en Chile
La Ley Cholito (Ley 21.020), vigente en Chile desde 2017, surgió con el objetivo de garantizar el bienestar de perros, gatos y otras especies domésticas, y regular la tenencia responsable.
Entre sus disposiciones más relevantes para el concepto de familia multiespecie, encontramos:
Reconocimiento del animal como ser vivo y no como objeto: Aunque en el Código Civil chileno los animales aún se consideran bienes muebles, la Ley Cholito reconoce que requieren cuidados especiales y protección, acercándose a la noción de ser sintiente, que es la base ética de la familia multiespecie.
Obligaciones de cuidado y bienestar: El tutor es responsable de la salud, alimentación, seguridad y manejo adecuado de su animal, lo que se alinea con la idea de corresponsabilidad familiar.
Registro Nacional de Mascotas o Animales de Compañía: Obliga a inscribir a los animales, una medida que fortalece el vínculo formal y facilita su protección.
Prevención del maltrato y abandono: Penaliza el abandono y fomenta la educación en tenencia responsable, evitando rupturas injustificadas en el núcleo familiar humano-animal.
Acceso a medidas de control y prevención de salud: Promueve la vacunación, esterilización y otros cuidados veterinarios, que son clave para la convivencia armónica.
Cómo se conecta con la visión multiespecie
En la práctica, la Ley Cholito pone en papel varios principios que la familia multiespecie defiende:
Que el animal no es un accesorio, sino un miembro más de la vida cotidiana.
Que su bienestar forma parte de la salud y la armonía del hogar.
Que existe una obligación ética y legal de cuidarlo, protegerlo y garantizarle una vida digna.
Un reciente diagnóstico llevado a cabo en Chile, indica que el 76 % de los hogares posee al menos un perro o un gato, cifra que asciende al 83 % en zonas rurales y al 74 % en áreas urbanas.
Esto refleja que la convivencia humano-animal es parte esencial de la vida cotidiana de millones de chilenos.
Aunque aún falta un reconocimiento legal explícito de la figura de familia multiespecie en Chile, esta ley es uno de los pilares normativos que, junto con la creciente conciencia social, podría facilitar que en el futuro se le dé un estatus formal.
