Toxoplasmosis en Gatos: Causas, Síntomas y Tratamiento

Toxoplasmosis en Gatos: Causas, Síntomas y Tratamiento

Por Ana Fernandez
11 diciembre, 2025
7 min de lectura

A pesar de su fama, el riesgo real que representa la toxoplasmosis para los humanos suele ser mucho menor de lo que se piensa, especialmente cuando se mantienen buenas prácticas de higiene y alimentación.

En este artículo encontrarás toda la información acerca de esta enfermedad.

¿Qué es la toxoplasmosis?

La toxoplasmosis es una infección causada por el parásito Toxoplasma gondii (T. gondii) un microorganismo diminuto.

Este protozoo puede infectar a casi todos los animales de sangre caliente, incluidos los humanos, razón por la por qué esta enfermedad es tan común y persistente a nivel mundial.

Sin embargo, solo los gatos y otros felinos pueden ser huéspedes definitivos, es decir, los únicos capaces de eliminar las formas infectantes del parásito (ooquistes) a través de sus heces.

El ciclo de vida del T. gondii es complejo y puede dividirse en dos fases principales:

  • Fase intestinal (en gatos): Cuando un gato se infecta, generalmente al comer carne cruda o presas contaminadas, el parásito se multiplica en su intestino y libera millones de ooquistes al ambiente a través de las heces durante un breve periodo (entre 1 y 3 semanas). Estos ooquistes tardan de 1 a 5 días en volverse infectantes y pueden sobrevivir meses en suelos húmedos y sombreados.

  • Fase tisular (en otros animales y humanos): Cuando los ooquistes maduran en el ambiente, pueden ser ingeridos por otros animales (aves, roedores o incluso personas). En estos nuevos huéspedes, el parásito forma quistes en tejidos como el cerebro, los músculos y los ojos, donde puede permanecer inactivo durante toda la vida del huésped sin causar síntomas.

Aunque la toxoplasmosis afecta a muchos mamíferos, los gatos juegan un papel clave porque son la fuente principal de contaminación ambiental.

Sin embargo, el riesgo real de contagio a humanos por convivencia con gatos domésticos es bajo si se mantienen hábitos higiénicos adecuados y una dieta segura.

Causas de la toxoplasmosis

Aunque el gato es el principal huésped del parásito, las causas de contagio están más vinculadas con hábitos de higiene y manipulación de alimentos que con la convivencia directa con felinos domésticos.

Cómo se produce la infección en los gatos

Los gatos pueden infectarse de T. gondii principalmente por tres vías:

  • Ingesta de presas contaminadas: cuando un gato caza y come un ratón, ave o lagartija infectada, ingiere quistes tisulares que contienen el parásito. Esta es la forma más frecuente de infección en gatos que viven al aire libre o tienen acceso a patios.

  • Consumo de carne cruda o poco cocida: Las dietas crudas (como la BARF) pueden ser una fuente de infección si la carne no ha sido previamente congelada o cocinada. Los quistes de T. gondii resisten temperaturas bajas moderadas, pero mueren con una cocción completa (por encima de 67 °C).

  • Contacto con ambientes contaminados: los ooquistes eliminados por otros gatos pueden permanecer viables durante meses en el suelo, arena o agua. Un gato puede infectarse al lamer su pelaje o las patas después de pisar una superficie contaminada.

Causas de la toxoplasmosis en humanos

Aunque se suele asociar con los gatos, la mayoría de las infecciones humanas no provienen del contacto directo con ellos, sino de fuentes alimentarias o ambientales:

  • Carne cruda o poco cocida (especialmente de cerdo, cordero o res) que contiene quistes del parásito.

  • Frutas y verduras sin lavar, contaminadas con tierra que contiene ooquistes.

  • Agua contaminada, especialmente en zonas rurales o sin tratamiento adecuado.

  • Utensilios de cocina contaminados (cuchillos, tablas o manos) usados al manipular carne cruda.

  • Transmisión congénita, cuando una mujer embarazada se infecta por primera vez y transmite el parásito al feto.

Causas menos comunes

  • Transfusión de sangre o trasplantes de órganos infectados.

  • Exposición accidental en laboratorios, al manipular muestras con el parásito.

Factores que aumentan el riesgo

Algunos factores pueden hacer que la infección sea más probable en:

  • Gatos que tienen acceso al exterior o cazan.

  • Gatos alimentados con dieta cruda sin congelación previa.

  • Personas que no lavan sus manos o alimentos adecuadamente.

  • Falta de control veterinario regular o desparasitación en el hogar.

Dato curioso: según un documento técnico de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre sobre saneamiento y salud, los ooquistes de T. gondii son muy resistentes y pueden sobrevivir en suelos húmedos hasta por 18 meses, incluso cuando se exponen a temperaturas que oscilan entre -20 °C y 35 °C, lo que convierte a los ambientes contaminados en un vector silencioso de propagación.

Síntomas de la toxoplasmosis en gatos

Uno de los aspectos más complejos de la toxoplasmosis en gatos es que la mayoría de los felinos infectados no presentan síntomas evidentes.

Esto se debe a que el sistema inmunitario suele controlar eficazmente al parásito, manteniéndolo en estado latente dentro de los tejidos sin causar enfermedad aparente.

Sin embargo, en gatos jóvenes, ancianos o con el sistema inmunitario debilitado, la infección puede manifestarse con signos clínicos de distinta gravedad.

Si quieres conocer más sobre la salud de tu felino puedes leer el artículo Cómo Saber si mi Gato Está Enfermo en el blog de Cacttus.

Fase aguda: cuando el parásito se multiplica

Durante la fase inicial o aguda de la infección, el Toxoplasma gondii se multiplica rápidamente dentro de las células, provocando inflamación y daño en distintos órganos.

En esta etapa, los síntomas pueden incluir:

  • Fiebre persistente o intermitente.

  • Letargia o falta de energía.

  • Pérdida de apetito y consecuente adelgazamiento.

  • Dolor muscular o debilidad generalizada.

  • Desánimo y menor interés en jugar o interactuar.

Estos signos suelen ser inespecíficos, por lo que es común confundir la toxoplasmosis con otras enfermedades infecciosas.

Síntomas respiratorios

Cuando el parásito afecta los pulmones, puede causar neumonía intersticial o inflamación respiratoria.

En estos casos, el gato puede presentar:

  • Dificultad para respirar o respiración acelerada (disnea, taquipnea).

  • Tos o ruidos al respirar.

  • Mucosas pálidas o azuladas en casos severos de falta de oxígeno.

Los problemas respiratorios suelen ser una señal de alerta y requieren atención veterinaria inmediata.

Síntomas oculares

El T. gondii también puede afectar los ojos, causando inflamación en estructuras internas. Esto se conoce como uveítis toxoplásmica, y sus signos incluyen:

  • Enrojecimiento ocular.

  • Dolor o molestia a la luz (fotofobia).

  • Lagrimeo excesivo.

  • Pérdida parcial o total de la visión en casos graves.

La afectación ocular puede presentarse sola o junto a otros síntomas sistémicos, y es un motivo frecuente de consulta veterinaria en gatos con infecciones latentes reactivadas.

Síntomas neurológicos

En infecciones severas o reactivadas, el parásito puede llegar al sistema nervioso central.

En esos casos, los signos neurológicos más comunes son:

  • Descoordinación motora (ataxia).

  • Temblor o rigidez muscular.

  • Convulsiones o espasmos.

  • Parálisis parcial o cambios de comportamiento.

Estos síntomas requieren diagnóstico urgente, ya que pueden confundirse con otras enfermedades neurológicas felinas, como la toxoplasmosis reactiva, el virus de la inmunodeficiencia felina (VIF) o el virus de la leucemia felina (FeLV).

Otros signos clínicos posibles

Dependiendo de los órganos comprometidos, también pueden observarse:

  • Ictericia (coloración amarillenta en mucosas) si hay daño hepático.

  • Vómitos o diarrea cuando el sistema digestivo se ve afectado.

  • Dolor abdominal o aumento del tamaño del hígado o los ganglios linfáticos.

Diagnóstico diferencial

Los signos de la toxoplasmosis en gatos pueden parecerse a los de otras enfermedades como la panleucopenia felina, la toxocariasis, el complejo respiratorio felino o la encefalitis viral.

Por eso, el diagnóstico debe incluir análisis de sangre, pruebas serológicas (IgM/IgG), PCR y, si es necesario, radiografías o ecografía.

Consejo útil: Un seguro para mascotas, como Cacttus, puede ayudarte a cubrir los costos de diagnóstico y tratamiento de enfermedades infecciosas como la toxoplasmosis. Prevenir y actuar a tiempo no solo protege a tu gato, sino también al resto del hogar.

Tratamiento de la toxoplasmosis en gatos

El tratamiento de la toxoplasmosis en gatos debe ser siempre indicado y supervisado por un médico veterinario, ya que depende del estado del animal, los órganos comprometidos y la fase de la enfermedad.

Aunque muchos gatos superan la infección sin presentar síntomas, aquellos con signos clínicos activos o con el sistema inmunitario debilitado requieren atención médica inmediata para controlar el avance del parásito y aliviar los síntomas asociados.

En qué consiste el tratamiento

El objetivo principal es detener el avance del parásito, reducir la inflamación y aliviar los síntomas que comprometen el bienestar del gato.

Para ello, el veterinario recurre a medicamentos específicos, cómo ciertos antibióticos, cuidadosamente seleccionados según el cuadro clínico.

Estos pueden combinarse con terapias de apoyo, como el control de la fiebre, la hidratación o la administración de suplementos nutricionales cuando el gato pierde el apetito.

En algunos casos, se pueden indicar fármacos para reducir la inflamación ocular o neurológica, pero su uso debe ser estrictamente controlado, ya que un manejo inadecuado podría empeorar la enfermedad.

⚠️ Advertencia importante: Nunca se debe intentar tratar la toxoplasmosis por cuenta propia. Los medicamentos y sus dosis varían según el peso, la edad y la condición del gato. La automedicación puede causar daños severos o incluso poner en riesgo la vida del animal.

Cuidados complementarios en casa

Durante la recuperación, el gato necesita un entorno tranquilo y libre de estrés.

Algunas medidas recomendadas incluyen:

  • Garantizar una buena hidratación y ofrecer alimento húmedo o palatable si el apetito disminuye.

  • Mantenerlo en un lugar limpio y cálido, evitando el contacto con otros animales enfermos.

  • Limpiar la caja de arena a diario, utilizando guantes y agua caliente, para reducir la exposición a ooquistes.

  • Evitar que el gato cace o consuma carne cruda, ya que podría reinfectarse.

  • Seguir las indicaciones veterinarias al pie de la letra y acudir a las revisiones programadas.

Tras completar el tratamiento, el veterinario puede recomendar pruebas de control para confirmar la recuperación y evaluar si el parásito ha sido completamente eliminado.

En la mayoría de los casos, el pronóstico es favorable, especialmente cuando la enfermedad se detecta y trata a tiempo.

En gatos con sistemas inmunitarios debilitados, puede ser necesario mantener un monitoreo continuo, ya que la infección puede reactivarse en determinadas circunstancias.

Cumplir con un calendario de vacunación y desparasitación es también una forma de contribuir con la salud de tu gato.

Preguntas frecuentes sobre la toxoplasmosis en gatos

¿Puedo vacunar a mi gato contra la toxoplasmosis?

No existe una vacuna comercial disponible para gatos domésticos. La prevención se basa en hábitos de higiene, alimentación segura y control veterinario regular.

¿Los gatos pueden volver a contagiarse de toxoplasmosis?

En la mayoría de los casos, no. Una vez que el gato se infecta y su sistema inmunitario responde, desarrolla inmunidad duradera. Sin embargo, en gatos con defensas bajas, el parásito puede reactivarse.

¿Qué pasa si otro animal de casa (como un perro) entra en contacto con las heces del gato?

Los perros y otros animales pueden ingerir los ooquistes, pero no excretarlos. No se vuelven fuentes de contagio, aunque sí podrían transportar el parásito en su pelaje o patas, por lo que se recomienda mantener la limpieza del entorno.

¿La toxoplasmosis puede afectar la fertilidad de los gatos?

En casos muy severos o en gatas preñadas, la infección puede causar abortos espontáneos o muerte fetal, pero esto es raro en animales domésticos con buena salud y cuidados adecuados.

¿Puedo conservar a mi gato si estoy embarazada o planeo estarlo?

Sí, es totalmente seguro si se toman precauciones básicas cómo evitar manipular la arena del gato, lavarse las manos después de jugar con él y mantener una alimentación cocida tanto para el gato como en el hogar.

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